Richard Strauss, Also sprach Zarathustra (Così parlò Zarathustra). Op. 30
“Orquesta Filarmónica de Berlín dirigida por Herbert von Karajan (1983?)
Análisis completo en https://bustena.wordpress.com/2016/05…
nº 1. Prólogo de Zaratustra (00:28). [Zaratustra anuncia la llegada del superhombre].
Strauss expone el célebre motivo del superhombre en la trompeta.
nº 2. De los trasmundanos (02:06). [Nietzsche describe el tiempo en el que los hombres creían en un dios “sufriente y atormentado”].
Strauss cita diversos motivos gregorianos (02:48) y entona el coral de cuerdas que podría representar el estadio del “camello” (03:00).
nº 3. Del gran anhelo (05:38). [En el libro encontramos una oda al alma liberada de servidumbres pasadas].
Strauss reinterpreta las citas del canto gregoriano (06:20) y el coral del episodio anterior (06:59) en un contexto de desarrollo y crisis, azuzados por el motivo del superhombre.
nº 4. De las alegrías y las pasiones (07:45). [Zaratustra explica que las pasiones son el pecado para el hombre religioso, pero para el hombre libre son la virtud].
Strauss expone una apasionada y tortuosa melodía que podría representar una lucha interior, o el estadio del “león”.
nº 5. La canción de los sepulcros (10:06). [En el libro, Zaratustra rememora la juventud pasada como un objeto “muerto”].
Strauss reinterpreta la melodía del número anterior en un contexto de desarrollo. Le sigue una transición en diminuendo al siguiente número.
nº 6. De la ciencia (12:54). [El libro muestra al “concienzudo” y a Zaratustra rebatiendo los cantos de sirena del “mago”].
Strauss desarrolla una densa y oscura fuga a partir del motivo del superhombre. La fuga es interrumpida por una visión fugaz de la “canción del noctámbulo” (15:53) y la “canción del baile” (16:16) y continúa con una transición (16:36) al siguiente número.
nº 7. El convaleciente (17:40). [Zaratustra despierta una mañana exaltado y permanece una semana inmovilizado sin comer siquiera. Tras recuperarse de la extraña enfermedad, confía a los animales su renovada conciencia del eterno retorno de las cosas].
Strauss continúa la fuga del episodio anterior, ahora en ritmo vivo y ascendiendo hacia un aparatoso clímax. A continuación, se inicia una transición (19:26) que actúa como introducción al siguiente número.
nº 8. La canción del baile (23:02). [Zaratustra y sus discípulos encuentran un día un grupo de muchachas bailando. Entona una canción para acompañar su baile, en la que contrapone la fría sabiduría a la juventud y belleza de las danzarinas. Al acabar la canción, Zaratustra se siente triste ante la llegada del ocaso].
Strauss confía al violín solista la dirección de una dionisíaca danza (23:30, que podría representar el estadio del “niño”), a la que sigue un desarrollo de ésta (27:13) que conducirá a un aparatoso clímax.
nº 9. La canción del noctámbulo (31:24). [Tras celebrar una fiesta, Zaratustra y sus acompañantes salen de la cueva a contemplar la noche. El hombre “feo” agradece a Zaratustra haberle enseñado a amar la vida. Suenan las campanadas de la medianoche y Zaratustra se siente invadido por una extraña melancolía].
En el poema sinfónico, el clímax de la sección anterior es interrumpido por el toque de las campanas. Una última melodía de carácter elegíaco (32:37), confiada a la cuerda, conduce la obra a un sereno final (35:26) en el cual alternan los acordes de Do mayor y Si mayor a modo de enigma.”