Héctor Palacio
Mi admiración por Silvestre Revueltas (1899-1940), el hombre, sus ideas y su obra, excede cualquier otra por cualquier otro compositor mexicano; lo considero el genio de la música de nuestro país. Al mismo tiempo, Sensemayá (1938) es su creación orquestal que más celebro. De entre las versiones existentes, la que más disfruto es la realizada por Leonard Bernstein (1918-1990) cuando grabara el disco Fiesta Latinoamericana con la Filarmónica de Nueva York en 1963. Por otra parte, junto con Arturo Toscanini, Bernstein es uno de los directores de orquesta que más en alto tengo en mi valoración. De esta manera, hace unos 10 años realicé en youtube un video celebratorio de Silvestre y Leonard. Una exposición de 41 imágenes de Silvestre -correspondientes a sus 40 años, 9 meses y 6 días de existencia; casi 41-, acompañando la que tengo por mejor versión de Sensemayá.
El 5 de oct. de 2020 se cumple el 80 aniversario del desgraciado fallecimiento temprano de Revueltas. Y el 14, 30 años de la muerte de Bernstein. Y en verdad, no es por recordar estas fechas que escribo el presente texto. De manera azarosa, hace muy pocos días descubrí en youtube -dentro de la memorable serie de Conciertos para Jóvenes de la FNY dirigida por el director y compositor (disponible desde hace menos de dos años y con muy pocas vistas), y realizada tanto en el Carnegie Hall como en Lincoln Center-, la filmación de un extraordinario evento, un acontecimiento histórico del 8 de marzo de 1963: el programa El Espíritu Latinoamericano, dedicado a los compositores del continente; acaso realizado posteriormente a la grabación arriba referida.
En general, se trata de un disfrute, un goce musical y estético extraordinario. Pero justo cuando la orquesta va a interpretar la pieza de Revueltas, experimento la mayor impresión. Sobre todo, por tres razones. 1. Las palabras introductorias de Bernstein a la obra y al compositor, confirman lo que he pensado y aun escrito sobre Revueltas; junto a ello, el reconocimiento al poeta Nicolás Guillén (1902-1989), autor del poema “Sensemayá” publicado en West Indies, Ltd. (1934), inspiración del compositor mexicano. 2. La interpretación, la ejecución magistral de la obra en vivo; superior a la versión de estudio en el disco. Expresa la claridad, la transparencia, el ánimo, la vitalidad, el vigor rítmico, melódico y armónico, la complejidad pero a la vez el entendimiento absoluto de la pieza, la entrega estética y emotiva de Bernstein a la creación de Revueltas; nada sobra, nada falta. 3. Como resultado de tan brillante, cristalina como anímica ejecución, se revela para el espectador, su visión, oído y espíritu, la partitura, la invención de Revueltas. Un testimonio prodigioso.
Conmovido a tal grado, me di a la tarea de bajar a mis archivos el concierto completo, editar y cortar el fragmento dedicado a Sensemayá; traducir con fruición del inglés las nítidas, elocuentes y sapientes palabras introductorias; y subir esta soberbia demostración artística a ytb para ofrecerla en su especificidad.
Bernstein sobre Sensemayá, Revueltas y Guillén:
“Bien, hasta ahora todo lo que hemos tocado es música brasileña, lo que parece natural puesto que Brasil es el país más grande de Latinoamérica. Pero no quiero darles la impresión de que es la fuente principal de la música latinoamericana. Cada país latinoamericano, sin excepción, ha producido buenos compositores serios. Desde Mx hasta el extremo de Chile. Pero tal vez Méx y Cuba han estado a la cabeza; posiblemente por la cercanía a nuestros centros musicales o posiblemente porque ellos tienen asimismo grandes ciudades internacionales.
“De hecho, nuestra próxima pieza de música latina, curiosamente, viene de ambos países, puesto que fue escrita por un compositor mexicano llamado Revueltas [Silvestre] pero fue basada en el poema de un poeta cubano llamado Guillén [Nicolás]. Es un poema en que se recuerda África y rituales tribales africanos. Una rara especie de canto sobre cómo matar una serpiente mortal [venenosa]. Pero esta extraña y aterradora pieza que se llama Sensemayá, combina todas las influencias de las que hemos hablado: africana, indígena y europea. Es el trabajo de un compositor sofisticado con una técnica muy avanzada, como Villa-lobos [Heitor], pero que maneja una idea de salvaje primitivismo. Y todo ese salvajismo y violencia se sienten en los ritmos salvajes y los aullidos y chillidos de la orquesta que ustedes escucharán. Pero todos ellos están bajo el control de la mano sapiente de un verdadero artista.
“[Sensemayá] es mucho más complicada, más sincopada, más difícil que cualquiera de las piezas que hemos escuchado hasta ahora. Revueltas fue un verdadero artista que murió trágicamente joven a la edad de 40. Y a juzgar por esta breve pero emocionante pieza que vamos a escuchar, de haber sobrevivido habría alcanzado verdadera grandeza. Aquí está su poema para orquesta africano, indígena, cubano, mexicano, Sensemayá”.
SDPnoticias; 05-10-20.